domingo, 12 de septiembre de 2010

Enganche fortuito y suelta posterior de una tortuga.

Ayer sábado salimos a intentar sacar alguna buena pieza al jigging, tras un verano en el que los hierros han estado descansando mucho tiempo.
Partimos del puerto ilusionados, pero al llegar a la zona elegida... 4 barcos fondeados!!!
Había un par de buenos pescadores, conocidos, y eso les perdió... dicen que la confianza da asco, y comenzamos a pescar dando pasadas junto a ellos  ;-)
La verdad es que no fue solo por ser amigos, sino que eran los que mejor fondeados estaban en el pesquero.
Pero pasada tras pasada, nada de nada...
Por la mañana vimos una tortuga, luego los delfines,... pero ni una picada.
Finalmente acabamos fondeando para comer algo y probar a fondo con cebo vivo, a ver si teníamos más suerte,... tampoco... solo una picada a media agua que cortó... seguro que marrajo o similar. Finalmente probamos también al fino para así poder llevar algo a casa ;-) y llevamos, corvas y verrugatos.
Ya por la tarde, de repente, aparece una tortuga en nuestra popa, saliendo a respirar, y al vernos, rápido para abajo,... Me temo lo peor, y veo como una de las cañas está sin tensión,... la cogemos y al momento tensa y saca hilo... ¡la tortuga! uffff

Nos planteamos cortar y listo, pero no me apetecía mucho dejarla con los anzuelos en la boca, y 40 metros de monofilamento, grillete, plomo,... Así que de primeras, hacia arriba, a ver si se lo podemos quitar sin hacerle mucho daño, o cortar pero dejando solo el anzuelo.
Al acercarla al barco vimos que tenia enredado en la aleta delantera derecha algo de nailon y varios anzuelos, así que intentamos subirla para quitárselos, pues en la borda era bien difícil, ademas teniendo que atender a su formidable y peligrosa boca, pues obviamente le hacíamos daño y ella se defendía.
La agarré bien para izarla a bordo, y casi me dejo la espalda en el intento,... como pesaba!!! Con toda probabilidad más de 50 kg. Con ayuda de mi tío Andrés la subimos, y de primeras le soltó un bocado al cañero que nos asustó y puso en alerta.
Le quitamos lo de la aleta, y el anzuelo de la caballa que llevaba en la boca. Este último costó algo más, pero salió.
Un par de fotos y rápido al agua.

Seguro que sufrió, aunque espero haber actuado de la mejor manera para la tortuga, pues os aseguro que es un animal precioso al que me gusta ver lo más a menudo posible por nuestras costas.
Creo que se trataba de un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta), que suele ser de las más comunes en nuestras costas, pese a ser una especie considerada en peligro de extinción según los criterios de la Unión Mundial para la Naturaleza, tanto en el ámbito mundial como para las poblaciones atlántica y mediterránea.

Bueno, tras tanto texto, os dejo el vídeo que hicimos al evento.

1 comentario:

  1. Impresionante gesto compañeros.
    A veces uno se siento mejor haciendo este tipo de actos, que con una gran captura.

    Felicidades a todos.

    Saludos.

    Rafalin.

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