Salimos temprano, con viento de levante, y temporal en el Estrecho.
Tal como esperábamos, tuvimos un día movido con mar de fondo. Nos quedamos cerca de tierra, por si acaso... pero finalmente se quedó un magnífico día para pescar.
Salimos hacia la zona de pesca, evitando navegar enfrentados a las olas, y buscando fondos de piedras entre los 24 y 30 metros de profundidad.
Por el camino paramos a coger el cebo habitual, chocos y caballas, que mantenemos en el vivero como siempre.
Al llegar a la zona de piedras, buscamos el lugar adecuado para fondear. No suelo ser de los que tienen una marca en el GPS y la toman al pie de la letra. El famoso 0,0. Yo suelo más bien fondear en función de como tiran las corrientes, el viento y la actividad que detectamos en la sonda. Y por supuesto, también en función del hueco que me dejan los otros barcos... jejeje, que está la mar muyconcurrida últimamente...
Como veis en la foto, pese al mar de fondo, el día se quedó muy bien para la pesca.
Con las cañas en el agua, la actividad se empezó a notar pronto.
Rápidamente llegaron picadas de corvinatas que acabaron matando las caballas, sin enganchar en el anzuelo.
Se fueron un par de ellas, pero nos animó el pensar que había actividad, y el pescado estaba comiendo. Era la hora...
Rápidamente cambiamos cebos y revisamos las cañas, y llegó la primera picada: una corvinata en una de las cañas de proa. La saco, y mientras estoy reponiendo cebo, la otra caña de proa se dobla a mis espaldas,... y esta si era una buena picada.
Y esta vez no se fue. Antonio subió a bordo un precioso pargo (Dentex gibbosus) macho de 12.5 kg.
Al poco, una nueva corvinata, también recogida en el vídeo e izada por Peti.
Y para rematar el día una más. Esta ultima cogida con una técnica que estábamos ensayando de los pescadores de Conil... Veremos si nos da resultados en adelante.
Aprovechando que estábamos a menos profundidad de lo habitual, echamos unas cañas para entretenernos. Entre otras piezas, me llamó la atención un sargo peculiar.
Los más habituales en nuestra costa son el sargo común (Diplodus sargus), e incluso el sargo real (Diplodus cervinus), y de la misma familia, la llamada mojarra de piedra (Diplodus vulgaris).
El que cogimos fue un sargo picudo, Diplodus puntazzo.
Aunque a algunos le sea familiar, a mi me llamó mucho la atención, pues no recuerdo haber pillado a
ninguno antes. Es muy curiosa esa forma de la boca, afilada o puntiaguda.
Bueno, espero en breve poder contaros alguna otra jornada con un éxito similar, o incluso mayor, jejeje
Fenomenal como siempre. Hace tiempo que te sigo. Estoy en Nuevo Portil harto de caballas y chocos. Éste año intentaré corvinas y pargos con ayuda de vuestra experiencia, pero hasta el momento tres salidas y cero patatero. No sé qué hago mal. Veo muchísima actividad de cabalas y otros bancos de peces a medias aguas. Me dejo caer a la deriva con caballa viva y delante con inchikus, pero nada... Qué clase de actividad ves en la sonda cuando decides quedarte en ese punto o irte a otro?. Cómo sabes si hay piezas mayores en el pesquero? Gracias de antemano y sigue con la buena pesca. Un saludo.
ResponderEliminarPimi
Buena pesca, que pargo más bonito, además de aguantar el tirón de mar de fondo, que lo sacaste con la técnica nueva que mencionas, como va, es difícil de hacerla, saludos.
ResponderEliminarBuenas Vimar, y gracias por los comentarios.
EliminarLo sacamos con la técnica y aparejo tradicional. El nuevo invento sacó una de las corvinatas.
Hay que ver cómo pescan los farmacéuticos. Neto, soy Dieguete, estaba buscando una cosa en Huelva y me encuentro esta página con la buena pescata de ustedes. Yo también he pescado pero en Matalascañas. Unas piezas muy buenas.Un cordial saludo.
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