GRANDES PARGOS. SUERTE DESIGUAL.

Me ha costado trabajo ponerme a contarlo, pero me he propuesto darle algo de vidilla al blog, y no vale ocultar esos días en lo que se vuelve de vacío. Obviamente, no todos los días de pesca se vuelve contento.
Aunque ya es un tópico decir eso de que con solo salir a intentarlo, ya es una maravilla, más aún cuando pescas,... pero en ocasiones uno vuelve cabizbajo o alicaído,... ;-) aunque dura poco y ya estamos pensando en la siguiente.

Salimos a pescar 2 barcos desde el Río Piedras buscando grandes pargos. Habíamos pillado algunos parguetes días atrás, y andábamos a la búsqueda de mejores ejemplares.
Bien provistos de cebo y con muchas ganas, llegamos a la zona de pesca y fondeamos.

En la foto veis la embarcación Katy Segunda, con base en la nueva marina de la ADNNP.
Nosotros estábamos fondeados a corta distancia a bordo del Jose Luis II del CNRP.
Por la mañana soplaba algo de viento norte, y se dejaba notar en la mar conforme nos alejamos de costa. La corriente era considerable, y hasta el mediodía no pudimos pescar a gusto.
Aún así, tan solo tuvimos algunas picadas fallidas y algún que otro congrio.

Aquí veis a David, del Katy Segunda, trabajando uno de esos congrios que resultaron ser especialmente grandes.

Como curiosidad del día, un ejemplar muerto de tortuga pasó junto al barco, arrastrado por la corriente. Después tuvimos también a suerte de ver un marrajo de tamaño medio dando vueltas de forma intrigante alrededor del barco.

Después de varios cambios de fondeo, para ajustar la posición tras cambios de viento, todo continuaba en calma, hasta que bien entrada la tarde llegó la primera picada a los amigos del Katy Segunda. Una preciosa picada que vimos desde cerca en la caña de la banda de babor.
Me puse de inmediato a grabarla desde nuestro barco, y mientra grababa pensé y dije en voz alta que en ese momento llegaría nuestra picada. Y así fue, en directo una picada brutal en a caña de proa que fue difícil controlar.
Tan fuerte fue, que pese a tener el seguro bien apretado, sacó el suficiente hilo como para buscar refugio en el fondo y enganchar, de manera que tras un rato intentando recuperarlo, finalmente perdimos la pieza. No estaba para nosotros. Dobló la caña como pocas veces he visto, y sacó el hilo justo para meterse a salvo ente los cabos, cables y restos del pecio sobre el que pescábamos.

Tengo un vídeo grabado de la captura de David y de nuestra picada fallida, y lo editaré cuanto antes para poder subirlo.

Por suerte, mientras tanto David había luchado y vencido a su pargo, y tenía su recompensa. Un precioso animal de 8 kg.

Enhorabuena!!