Me he llevado casi todo el verano sin escribir, y no por no tener cosillas que contar, sino porque los amigos de lo ajeno me han dejado de nuevo este verano con el ánimo un poco bajo, y las existencias de equipamiento a cero.
He salido bastante, lo cual tengo que agradecérselo especialmente a mi mujer que me lo permite, y también a los amigos con los que habitualmente salgo.
La pesca cada vez va a peor. Hay menos animalitos bajo el agua, y muchos más sobre ella. Éstos últimos cada vez son más agresivos en las capturas, con artes ilegales, en zonas prohibidas, sin respetar vedas, ni taras, ni nada de nada.
Una prueba palpable de esto que digo (si es que a alguien le hacen falta más pruebas que la falta de pescado en la mar), ha sido la reciente masacre de unas 1.500 hermosas corvinas en la misma desembocadura del río Guadiana, entre 6 y 10 m de agua por un barco de cerco. La citada traiña capturó unos 18.000 kg de corvinas de gran tamaño, y tuvo que avisar a otros 2 barcos para ayudarle a cargarlas, pues no taraba más de 6.000 kg.
Esto fue durante los primeros días de septiembre, pero es una actividad habitual a la que algunos de los llamados "profesionales" nos tienen acostumbrados cada verano. A veces en la desembocadura del Guadalquivir, otras en la ría de Huelva, o como ahora en el Guadiana.
Este mismo barco, el pasado año hizo algo similar con varios miles de kilos de doradas en el mismo río.
Así es difícil que quede algo con vida en nuestra costa, más aún si le unimos la falta de vigilancia y la impunidad con la que se mueven algunas de estas embarcaciones que incumplen reiteradamente las normas. Normas que por otro lado ya podrían revisar.
Sin ir más lejos, no hay más que ver como pasan los arrastreros sobre las piedras,.. sin enganchar,... y como se vienen encima de los deportivos sin miramientos, de forma que tenemos que quitarnos de nuestro fondeo. O más cerca aún, como proliferan los trasmallos de todo tipo en el río, los artes de tanza para pillar todo tipo de pescado, los palangres, o como se cierran los caños del Piedras con artes que matan todo lo que intenta salir del mismo con la marea.
Insisto, todo ello ante la pasividad de la administración competente, que será cualquier cosa menos competente. No se si por falta de medios o por desidia, pero lo claro es que los infractores se mueven con total impunidad, al igual que pasa con los robos en las embarcaciones,... porque eso también clama al cielo.
Este verano han robado en numerosas embarcaciones en todo el río Piedras, motores, hélices, material náutico, de pesca o electrónica, combustible e incluso los propios barcos.
A mi,
como sabéis, me toco por primera vez el mes de junio del pasado año 2011, Me desvalijaron completamente el barco, pues habitualmente dejaba todo el material a bordo.
Desde entonces he ido reponiendo, pero me lo llevaba todo para casa... cargado como una mula, pero no había más remedio. Pero con el tiempo, uno se va relajando, y cuando en verano durante las vacaciones comencé a salir casi a diario, fui dejando de nuevo las cañas en el barco, hasta que volvieron a dejarme el barco limpio.
Para colmo de desgracias, era el día del concurso infantil de pesca, y llegaba al barco con mis hijas y los del vecino, para una jornada de pesca. No podéis imaginaros la carita de los niños y la de veces que me hablan de robos y ladrones desde entonces...
De repente me encontré en el barco, sin material de pesca, ni cañas ni carretes, y con 4 niños deseando pescar, y yo intentando que al menos ellos no pensaran en el robo.
Por suerte, les preparé unos aparejos simples para que se entretuvieran mientras un amigo nos traía unas cañas para salir del paso, y tuvimos la gran fortuna de pillar 2 buenos robalos que les dieron a las niñas el primer y segundo puesto, y a todos una alegría que nos permitió olvidar el mal trago. Fueron sus primeras piezas, pero de esto ya hablaré en otra entrada, pues probablemente, el hecho del inicio de la pesca de mis hijas, en este y otros lances, me ha supuesto la mayor alegría del año.
Bueno, no voy a extenderme más, que es un tema aburrido y triste. En breve contaré como comencé la temporada, un buen inicio en los meses de mayo y junio, para luego dejar de tener éxitos. Contaré lo bien que me ha ido con los robalos, y lo mal que me ha ido con las corvinas. Y contaré como se han dado los concursos de pesca de los clubes del Piedras en los que he participado.
Lo contaré en breve.
